Nobi (Wanlop Rungkumjad), un pescador que vive cerca de la costa de Tailandia, colecciona piedra del bosque para cazar rayas gigantes. Además de las raíces y ramas que yacen en el bosque, también se pueden encontrar cuerpos enterrados. El “mudo” (Aphisit Hama) es uno de esos cuerpos, excepto que cuando no le encuentra, éste está vivo, cubierto en mugre y herido. Nobi lo lleva a casa, le cuida y le da el nombre de Thongchai.
“Phuttiphong Aroonpheng presenta un debut cinematográfico atmosférico y formalmente prometedor, que se mantiene deliberadamente en la abstracción para dejar que el espectador reflexione. La película utiliza sutiles indicios narrativos para abordar temas complejos como la crisis rohinyá, culminando en un giro conceptual sorprendente que aporta una dimensión simbólica profunda y enriquecedora a la historia.”
“La película evoca la atmósfera y el misterio de cineastas icónicos como Hitchcock, Lynch y Kubrick. Para los amantes de lo extraño y la belleza surrealista, Manta Ray ofrece recompensas visuales y emocionales excepcionales, con una narrativa que desafía y fascina a la vez, creando una experiencia cinematográfica única e inolvidable.”
“Manta Ray es una parábola estilísticamente atractiva que combina una historia envolvente con una profunda indignación humanista. El director tailandés logra transmitir emociones poderosas mediante una narración visualmente cautivadora, haciendo que la película no solo sea un relato fascinante sino también un comentario social relevante y conmovedor.”
“Como ópera prima, Manta Ray es una obra misteriosa y conmovedora que fue reconocida con el máximo galardón en la sección Orizzonti de Venecia. La película se despliega como un lento crescendo de lamento, ofreciendo una poderosa reflexión sobre la difícil situación de los refugiados, conmoviendo al espectador con su sensibilidad y profundidad.”